Cuando dices mi nombre me estremezco, es como si lo hubiera olvidado y lo inventases cada vez y sólo tú supieras decirlo bien. Y mi respiración se acelera irremediablemente cuando me hablas. Espero todo el día con ansia el momento en el que apareces. Pierdo la cabeza cuando dices donde quieres mis besos.
Tus dedos son música para mi piel y oigo tu canción en cualquier lugar sólo con cerrar los ojos. Si me susurraras algo al oído ahora mismo creo que desaparecería.
Quiero que me mires y hagas desaparecer mi ropa; no distinguir tu cuerpo del mío. Quiero mordiscos, tu boca, tu lengua, tus manos. Mirarte mientras me hablas. Quiero los abrazos que me prometiste. Sentirte tan cerca que el calor de tu respiración erice mi piel.
Lo quiero todo, absolutamente todo y sin censura.
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